domingo, 5 de abril de 2009

Mi alma está triste hasta la muerte

"Jeremías previendo la destrucción de Jerusalén"
Rembrandt van Rijn me fecit (1630)
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Heme aquí, a merced del objeto de mi deseo. La noche pasada, orquestada magistralmente por parte suya, una noche en apariencia destinada a ser el venturoso escenario de muchas pasiones colmadas y anhelos llevados a efecto, noche en que avanzaríamos en nuestra relación, terminó siendo más triste que un caracol en medio del desierto. Fuimos Ícaro, fuimos Faetón, y, ensoberbecidos, pretendimos enseñorearnos con el mismo sol, a despecho de lo cual terminamos despeñándonos hasta las simas de la tribulación y el desasosiego.
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"Mi alma está triste hasta la muerte" Aunque la frase es del evangelio (Mt XXVI, 38), esta noche la hago mía. No puedo dejar de pensar en el cuadro de Jeremías, magnífico ejemplo de lo que hace un genio cuando se halla apesadumbrado. Quien quiera revisar su biografía comprobará que la fecha de la manufactura de este cuadro (Rembrandt, quien pintaba desde los diecinueve, tenía a la sazón veinticuatro años de edad) corresponde al año en que murió su padre. Ignoro si es coincidencia... naturalmente me gusta pensar que no.

1 comentario:

  1. mi alma esta vacia
    no existe hace años
    me arrebataron el cordon que me unia al mundo
    simplemente
    sobrevivo...
    maite

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